Sábado, 13 de octubre de 2007
Sala Heineken. Madrid
El sábado fue un día de dejarse cosas en casa. Nosotros nos dejamos el reloj, con lo que nos perdimos prácticamente entera la actuación de Kingdom Come. Por su parte, Don Dokken, se dejó la voz allá en L.A. O en algún momento indefinido de los años 90. El lamentable estado de su voz no debería ser ninguna sorpresa para los que hemos escuchado ese olvidable Live from the Sun. Y si tenemos en cuenta que desde entonces han pasado ya 7 añitos, pues no sorprendió toparnos con un vocalista mediocre, que ni siquiera luchaba por alcanzar los tonos de su juventud. Y es que no todo el mundo puede envejecer como Ronnie. Menos aún cuando, en un ejercicio de cinismo (o sinceridad, según se mire), sales al escenario fumando y con un mini de cerveza, como llegó a hacer el líder de Dokken. Pero entre que íbamos prevenidos, y que el resto de la banda estuvo a un nivel muy elevado, la noche fue -cuanto menos- divertida. El repertorio empezó, como es habitual, con "Kiss of Death"y siguió con otros éxitos como "The hunter", "Dream warriors", "Breaking the chains" y "Alone Again". La sala Heineken estaba abarrotada, y casi nadie parecía fijarse en el susurro de Don Dokken desde el escenario. Allí lo que pesaba era la nostalgia y disfrutar coreando temas como "Paris is Burning", "Into the fire"o "Just got lucky". Cayó algún tema más reciente, que enfrío un poco los ánimos, pero sin llegar a apagar la pasión del respetable, que como era previsible llegó al máximo con "In my dreams", el tema que cerró una actuación vocalmente pobre, pero riquísima emocionalmente. Y oye, yo al menos me lo pasé bien, que es a lo que uno va a un concierto ¿no?
Sigo sin llevarme la cámara de fotos a los conciertos, así que sigo fusilando la wikipedia inglesa para ilustrar los conciertos. 
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