jueves, 6 de septiembre de 2007

Back in the village

Aquí estamos de nuevo, después de sobrevivir al verano y a la rebelión de mi pc, que ha sentido -una vez más- la llamada de Skynet. Pero -una vez más- he podido emular a John Connor y darle una buena patada en los bytes a este chisme del infierno. Así que una vez más, aquí estamos, al pie del cañón.

Rockeramente hablando lo más interesante del verano ha sido la segunda edición del Leyendas del Rock, que desde mi modesto punto de vista, ha superado la del año pasado. No voy a hacer una crónica -porque ya ha pasado tiempo y, sobre todo, por vagancia- pero si me apetece recordar los dos momentos más emotivos para mi.

Por un lado, mereció la pena reencontrarse con Badana, unos paisanos a los que tenía perdidos la pista desde allá por 1996. Volver a escuchar otra vez en directo canciones como "Dictador", "Parecían tontas", "Era diciembre", "Seguiré siendo igual" o "Y nosotros aquí" me hizo rejuvenecer unos diez añicos por lo menos. La nueva formación suena muy contundente y su lider, Luis Miguel Rico está en muy buen estado de forma, sobre todo comparado con otros viejunos (sea dicho con todo el cariño del mundo, que conste) que se pasaron por los escenarios de este festival.

Pero al hablar de estados de forma, el que sorprende es Miguel Oñate. ¡Qué voz y qué carisma sigue manteniendo este auténtico perro viejo! Lástima que fueramos pocos los que decidimos retar al solano agostil murciano para ver como el ex Asfalto presentaba su nuevo trabajo en solitario y nos ofrecía dos perlas de su antigua banda: "La paz es verde" y "Más que una intención".

La tercera mención me la reservo para Tributo a Banzai o como les de la gana llamar a ese experimento en el que el teclista -Snoopy- y el vocalista -el Chino- de Banzai se sumaban a gente de Punto de Mira (increíble Javier Mira, que hacha) para reinterpretar temas de aquel legendario Banzai (1983). Desde luego, el estado de forma de el Chino no es ni de lejos el de antaño, ha sido mucho tiempo de abusos, problemas de salud, alejado de los escenarios. Pero eso no impidió que los pelillos se me erizaran con "Amigo" ni que mi cabeza se me quisiese despegar del tronco a base de headbangin' con "Coche rápido en la noche" ni que me dejase la garganta coreando "Rock duro" o "Voy a tu ciudad". Sólo cayeron cinco , porque la actuación tenía que dejar hueco además para el tributo a Tritón y el repertorio propio de Punto de Mira. En definitiva, imborrable.


Como único punto negativo, la muerte de una persona en el festival y, relacionado con ello, el tratamiento que de esta triste noticia dan en el diario La Opinión de Murcia. En particular me cabrea que como dato "relevante" den las medidas de la barra del bar y la cantidad de cerveza que se vendió. Aparte de las inexactitudes al hablar de las "varias ediciones" del festival. Vamos, una pieza maestra de periodismo.

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