martes, 25 de noviembre de 2008

Con Blind Guardian en Hungría: Marcus Siepen


Mientras Frederik Ehmke estaba se enfundaba el traje de neopreno y se situaba bajo los focos de la motion-capture, nosotros nos encontrabamos brevemente con el guitarrista Marcus Siepen, con el que hablamos de la nueva canción del grupo, de cómo se sentía estando a punto de convertirse en un personaje de videojuego y de algún que otro asunto. También intentamos, sin éxito, arrancarle detalles sobre el próximo álbum de la banda.


Hemos estado escuchando vuestra nueva canción y me suena más épica, más directa que vuestro material más reciente. ¿Coincides conmigo, o es sólo mi imaginación?

R: No, veo lo que quieres decir, pero aún es pronto para que yo pueda juzgarlo. ¿Sabes? La canción está todavía demasiado reciente en nuestra cabeza, acabamos de grabarla hace semanas y yo soy incapaz de poder analizarla desde fuera. Quizá en cuanto pase un poco más de tiempo sí que sería capaz de juzgarla, pero ahora mismo no tengo esa capacidad.


Entonces, supongo que tampoco me podrás decir si vuestro próximo disco seguirá por el mismo camino que esta canción

Tampoco. Aún no nos hemos sentado a planear nada del nuevo álbum.


¿Ni siquiera podrías decirme cuándo puede haber un nuevo disco de Blind Guardian?

Nuestros planes son entrar al estudio después del verano. Daremos un único concierto este verano, será en junio en Bilbao [Se refiere a su pasada actuación en el Kobetasonik]. Después tendremos un tiempo de descanso, nos juntaremos a componer y entraremos al estudio. Así que lo único que te puedo decir con seguridad en este momento es ¡que el nuevo disco de Blind Guardian no saldrá a la calle este año!


¿Tocaréis en directo esta nueva canción?

Aún no lo hemos decidido, ¿por qué no? Es un tema que nos ha gustado mucho, y en directo puede sonar muy bien. Quizá para el concierto de junio en Bilbao sea demasiado pronto, porque a lo peor la gente todavía no la conoce. Pero sí, cabe la posibilidad de que la incluyamos en nuestro repertorio en el futuro.


Hablemos ahora de la captura de movimiento que estáis haciendo ahora mismo. ¿Estás nervioso?

No, nervioso no es la palabra. No es algo que te ponga nervioso, es algo que te resulta raro. Es una experiencia, porque lo único que sabía de motion capture lo conocía por los dvds de extras del Señor de los Anillos, por cómo grabaron las escenas de Gollum. La verdad es que los trajes no son demasiado cómodos, pican mucho, y dan mucho calor. Además, tenemos que usar esos palos en vez de nuestros instrumentos. Es mucho más extraño que simplemente hacer playback. Si simplemente tienes que fingir que estás tocando, al menos puedes seguir la referencia de los trastes de la guitarra, pero aquí ¡sólo tienes un puñetero palo! [Risas] Es mucho más raro de lo que parece, pero resulta muy extraño tener que fingir que estás tocando con un simple palo. No se, creo que esta es la segunda o la tercera cosa más extraña que hemos hecho Blind Guardian.


¿Cuáles son las otras?

Hombre… Las grabaciones de videoclips también resultan raras, con los focos, y el maquillaje… Mira, eso probablemente sea lo mejor de esta captura de movimiento, que al menos no tenemos que estar maquillados [Risas]


Para terminar, ¿qué se siente al estar a punto de convertirte en un personaje de videojuego?

Llevo jugando con videojuegos desde los 12, o los 13 años, así que estoy encantado. Estoy deseando verme en la pantalla, para ver qué tal. Estoy deseando jugar a Sacred 2 y hacer nuestra misión para desbloquear nuestra canción. [Risas]


lunes, 24 de noviembre de 2008

Con Blind Guardian en Budapest

Blind Guardian están a punto de entrar en un club muy selecto. En un club del que sólo forman parte músicos como Slash o Zack de la Rocha y bandas como Journey: la elite de artistas de rock que aparecen en un videojuego. La banda alemana se ha implicado de manera muy especial en Sacred 2: Fallen Angel, un juego para PC y XBOX360. El grupo de Hansi Kürsch no sólo tiene una intervención estelar en el videojuego, sino que además aporta una canción inédita a su banda sonora. Y ROCKSTAR MAGAZINE ha sido un testigo de excepción del making off de esta nueva incursión de los Bardos. Servidor de ustedes, Paco Segado, viajó hasta Hungría y a Alemania para ofrecerte los datos más relevantes y las anécdotas más divertidas de esta aventura.


Sacred 2: Fallen Angel es un juego de rol con elementos de acción que cuenta con una misión realmente curiosa: ayudar a las versiones informatizadas de Andre Olbrich, Hansi Kürsch, Marcus Siepen y Frederik Ehmke, es decir, de los cuatro músicos que forman actualmente Blind Guardian. El jugador deberá ayudarles a encontrar las versiones “épicas” de sus respectivos instrumentos. ¿Cuál es la recompensa de esta misión? Que los cuatro Bardos informatizados interpretan una canción grabada en exclusiva para el videojuego. Para hacer más realista esta aparición, Blind Guardian al completo se trasladó a Budapest para una sesión de captura de movimientos. Y allí fuimos nosotros, hasta una nave industrial a apenas unos metros del Danubio –más gris que azul durante nuestra visita- que hizo las veces de plató.


Este peculiar rodaje se alargó durante doce horas, aproximadamente, repartidas en dos días. Para que pudieran digitalizarse todos los movimientos, los miembros de Blind Guardian tuvieron que enfundarse unos trajes ceñidos de algo como el neopreno, que llevaban pegadas con unas marcas metálicas a modo de sensores. Éstas servían de referencia para rastrear el movimiento con una cámara de vídeo que a su vez enviaba la información a un ordenador. El atuendo, para ser sinceros, más que futurista, parecía grotesco, pero los cuatro músicos alemanes se lo tomaron con bastante sentido del humor. Así, por ejemplo, Hansi exhibió su devoción por la saga de Star Wars cuando se dedicó a imitar a un morador de las arenas con el palo que simulaba ser su pie de micro.


"I'm a tusken raider", vociferaba Hansi


Y es que, para que las cámaras pudiesen captar toda la información, los cuatro músicos no pudieron utilizar sus instrumentos habituales porque estos hubieran tapado las marcas metálicas que servían de referencia. al sistema informático. Tuvieron que sustituir los instrumentos por, literalmente, dos o tres palos. Por eso, pudimos ver la simpática estampa de Andre Olbrich dándolo todo como si estuviese sobre el escenario, pero empuñando, en lugar de una guitarra eléctrica, tres palos atados. La grabación de las imágenes tenía que detenerse cada 30 segundos para que el ordenador recalibrase los sensores del traje. Además, según nos explicó una de las encargadas de la motion capture, estos sensores son muy sensibles, y un simple destello o un mal reflejo podría provocar un error en la recepción de las imágenes. Por ello, cada 30 segundos los técnicos revisaban las tomas para comprobar que todo había quedado correctamente, y si no se había producido ningún fallo, se continuaba con la siguiente. Esta manera de trabajar le resultó especialmente complicada al batería de los alemanes. Frederik Ehmke nos confesaba que al tener que parar cada treinta segundos, le costaba mantener el ritmo de la canción y tenía que concentrarse para no equivocarse con los breaks y poder reconstruir mentalmente la estructura del tema. Además, el percusionista también nos comentó que le resultaba muy extraño tener que tocar con la imitación de una batería reducida a su mínima expresión (sólo tres o cuatro cajas) al estar acostumbrado a tocar con un set de decenas de elementos.

Mientras observábamos a los diferentes miembros de Blind Guardian tocar sus instrumentos de juguete, los compañeros de la prensa de videojuegos que también asistieron a esta motion capture me señalaban boquiabiertos la pasión con la que Andre y Marcus agitaban sus cabezas al son de la música. “¡Qué manera de hacer headbangin’!” me exclamaban asombrados nuestros colegas, antes de reflexionar: “se nota que de verdad les apasiona su música”.


Precisamente Marcus protagonizó otra de las anécdotas de la sesión de “motion capture”. Los trajes para captura de movimiento se complementaban con una cinta para el pelo que también incluía unos sensores para detectar el movimiento de la cabeza. En pleno solo de guitarra y enferverocido headbangin, la cinta del guitarrista salió despedida. En ese momento, todos corrimos a ver cómo la versión digital del guitarrista lanzaba su cabeza al infinito. Alguien le sugirió a Marcus y a los diseñadores del juego que deberían incluir ese gesto en algún momento de Sacred 2: Fallen Angel. Aunque, la verdad, los responsables del videojuego no parecían muy por la labor.



La captura de imágenes fue individual, músico tras músico. Mientras uno de ellos quedaba inmortalizado para el videojuego, el resto atendían a la prensa o simplemente charlaba con nosotros amistosamente. Así pudimos descubrir las ganas que Andre Olbrich tenía de tocar en Bilbao para poder ver también a Kiss y recordar con él su memorable paso por España junto a Iced Earth en 1998. También charlamos distendidamente con Hansi. Empezamos hablando de El Mundo de Wayne cuando alguien le comentó que “no somos dignos” y acabamos divagando sobre las conexiones entre el country y el rock duro, usando como ejemplo la canción de Deep Purple “Anyone’s daughter”. De hecho, Kürsch incluso nos reveló que una de sus bandas contemporáneas preferidas es Dixie Chicks.


Fragmento de la "motion capture" de Andre Olbrich:





El resultado previo de una "motion" capture:



La sesión de captura de movimientos de Marcus Siepen:




Sin embargo parece que esta pasión de Hansi por el country no ha influido excesivamente a la banda. Porque, aparte de ver a Blind Guardian embutidos cual morcilla de Burgos en sus trajes de neopreno, asistir a la captura de imágenes también nos permitió escuchar, en exclusiva, la canción que por el momento constituye el último trabajo de los Bardos: “Sacred”. Y, la verdad, es que la impresión que me dejó esa breve escucha, es que nos encontramos ante el mejor material que la banda alemana ha grabado en mucho tiempo. En esta canción parece que los germanos regresan a sus registros más épicos, más directos. Además han compuesto un estribillo extremadamente pegadizo, con un gran trabajo de guitarras. Desde el punto de vista musical, “Sacred” es un aperitivo excelente que me ha dejado con ganas de escuchar qué nos tienen preparados los germanos en futuros lanzamientos.


La implicación de Blind Guardian en este proyecto llega al punto de que ellos mismos hicieron sus propias sugerencias para los atuendos con los que aparecen en Sacred 2, así como las propuestas para que sus instrumentos pareciesen más propios de un mundo de fantasía. Finalmente los artistas encargados del diseño gráfico de este juego, les hicieron llegar varias propuestas entre las que ellos eligieron sus trajes preferidos. La apariencia de los músicos en el juego se ha cuidado hasta el más mínimo detalle. Para hacernos una idea, cada una de las versiones infográficas de los Bardos está compuesta por más de diez mil polígonos y tres texturas: una para el cuerpo, otra para los brazos, y otra para la cara. Por lo que pudimos ver en las demostraciones en las oficinas de Ascaron, los creadores de Sacred 2, han conseguido un realismo realmente espectacular.


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Durante toda la semana iré publicando sucesivamente el reportaje que hice con Blind Guardian con motivo de su participación en el videojuego Sacred 2. Al final de la semana publicaré también una galería con las imágenes más curiosas de todo el evento.

jueves, 20 de noviembre de 2008

¿Qué tienen en común Lemmy Kilmister y Walt Disney?















Que la última película de Disney, Bolt, cuenta en su banda sonora con una canción de Motörhead. Y no crean que los responsables de Disney han ido a lo fácil, a por un "Ace of Spades" o un "Bomber". No, ni mucho menos. La película incluirá un corte de Sacrifice (1995), concretamente la canción "Dog-face boy". ¿Tendrá algo que ver con que la película esté protagonizada por un perro?

No es la primera vez que Lemmy y los suyos aparecen en un largo animado: Bob Esponja: la película también contaba con una canción del legendario grupo británico.

Vía Blabbermouth

Pues sí, parece que este año toca

No se si el mundo se acabará el 22 de este mes, antes de que Chinese Democracy salga a la venta, pero al menos hoy puedes escucharlo en el Myspace de Guns n'roses.

Llevo un par de canciones, y bueno, no puedo decir que me entusiasme, pero tampoco me parece especialmente horrendo. Es una mezcla de algunas melodías clásicas hard rockeras con ramalazos industriales. Lo mejor será que juzgues por tí mismo.

Buscando la portada del disco me he encontrado aquí con este montaje, y no he podido resistirme a subirlo para ilustrar la noticia.

jueves, 13 de noviembre de 2008

A Dio hay que respetarle...

...así que ojito si no puedes dejar el listón alto. Si no que se lo digan a James Mischler, un tipo de Wisconsin que estaba cantando "Holy Diver" en un karaoke local. Al parecer, lo hacía tan mal, que otro tipo, Kyle D. Drinkwine (¡bebevino tenía que llamarse!) saltó sobre él y otro amigo suyo y empezó a pegarles una paliza. Así que si la naturaleza no te ha dado una voz mínimamente digna, respeta el repertorio de Mr. Padavona.

Y para ilustrar esta bonita noticia que he leído en Blabbermouth, dejo un video de esa peazo banda que se llama Club Sussy perpetrando precisamente el Holy Diver:

viernes, 7 de noviembre de 2008

Parece que ya va en serio...

A partir del próximo domingo ya se puede reservar el esperado nuevo disco de Guns n' Roses, Chinese Democracy, que estará disponible en CD, vinilo y en descarga directa a través de iTunes y Napster.com. Habrá que ver qué tal suena lo último de W. Axl Rose, aunque yo no tengo demasiadas expectativas puestas en el sucesor de The Spaghetti Incident (por cierto, si quieres saber de donde viene ese curioso título, visita esta página).

De todas formas el álbum, que estaba empezando a entrar en la categoría de "leyenda urbana", no saldrá físicamente por estos lares hasta el 23 de noviembre.

En Estados Unidos ya han empezado a emitirse spots como este:


¡Ah! Y los estadounidenses están de enhorabuena. No sólo se libran de George W. Bush, sino que encima van a tener un refresco gratis. Siempre y cuando Dr. Pepper cumpla su palabra.

jueves, 6 de noviembre de 2008

La frase de la semana (IX)

Todo el mundo habla de Led Zeppelin, y lo que tocaron fue un único concierto de reunión. Un único timo de concierto, mientras que Cream hicimos semanas de conciertos, conciertos de verdad, no sólo un concierto de coña como Zeppelin, con la voz bajada de tono. Nosotros tocamos todo en sus tonos originales. Jodeos, Led Zeppelin. Sóis una mierda. Siempre habéis sido una mierda y nunca llegaréis a ser otra cosa. Lo peor es que la gente cree en vuestra mierda. Cream es 10 veces mejor grupo que Led Zeppelin.


Cariñosas palabras de Jack Bruce, bajista de Cream.

miércoles, 5 de noviembre de 2008

Fundamentalismos Heavys: Música, Metal y Política

[Iba a titular "Un congreso muy heavy", pero me he arrepentido a última hora. Aún guardo dignidad e intento buscar la originalidad]

Yo no estaba allí, sino tirado en mi sofá dándole un descanso a mis neuronas, viendo el programa de Quequé, "Éstas no son las noticias" cuando de repente anuncianba que iban a hablar de esta reunión académica. La noticia, pueden leerla en el 20minutos, aunque si dominan el inglés es mucho mejor echarle un vistazo en otras webs, como por ejemplo, Komodo Rock o Music Radar.

Efectivamente, he investigado y he comprobado que el pasado lunes arrancó en Salzburgo un congreso llamado: Heavy Fundamentalisms: Music, Metal And Politics. Hoy celebraba su último día y han acudido académicos de países como Reino Unido, Canada, Turquía e incluso de Indonesia.

Algunas de las comunicaciones que se han presentado en este congreso son:

- "Suicidio, alcohol y guitarras potentens: el problema ético del Heavy Metal"
- "Heavy Metal en un contexto musulmán: el auge del heavy metal underground turco"
- "Masculinidad en el Black Metal: ¿Heteronormalidad, reivindicación de la masculindad o Gays?"
o mi preferida:
- "Eres tan jodidamente heavy que te vas a hacer daño: Rabia controlada y la expresión de la intesidad y la autenticidad en el heavy metal posmoderno".

Uno de los organizadores, Niall Scott, de la Universidad de Central Lancashire, asegura que es el momento de "reconocer las contribuciones del heavy metal a la sociedad occidental". Añade que el mundo del heavy metal no es la ridícula "actividad adolescente" que venden algunos, sino que es un "barómetro de lo que ocurro en los extremos de las culturas juveniles y políticas".

Nial Scott es profesor de la Universidad de Central Lancashire, donde precisamente, estuve pasando tres meses hace un par de años. ¡Qué pequeño es el mundo! También, manda pelotas que con la cantidad de congresos gilipollescos a los que he tenido que ir, no me haya enterado de éste hasta ahora. A ver si algún día iniciativas como las Jornadas de Heavy Metal en la Complutense o el curso de verano Rock y Política en el Estado Español que en la Universitat Pompeu Fabra organizaron unos coleguillas. Me haría mucha ilusión que iniciativas como estas no quedasen aisladas, sino que se siguiesen organizando con regularidad, y oye, por qué no, una asociación internacional académica sobre el heavy metal... Pero en fin, que estoy soñando.

¡Ah! Y sobre cómo han tratado esta noticia en el programa de Quequé digamos que, por mucho que diga que siempre hay que tomarse estos chistes sobre el heavy con sentido del humor, pues muy agudos no han estado. Y no merece la pena explayarse más