Hasta el pasado viernes, había ido a tres conciertos de Sonata Arctica, y les había visto dos veces. Porque en uno de esos conciertos, Toni Kakko enfermó y no pudo cantar. Y el resto de las ocasiones, mi impresión no había sido muy positiva: la banda sonaba caótica, y Tony Kakko pasaba más tiempo luchando contra los gallos de su garganda que dando los tonos correctos.
Por eso me costó tanto aceptar que el grupo que vi sobre el escenario el pasado viernes eran los mismos Sonata Arctica que había visto otras veces. Porque fueron todo lo contrario que en mis experiencias pasadas. Sonaron potentes y compactoss, con unas guitarras limpias y una base rítmica contundente. Y Tony Kakko cantó suficientemente bien, rozando el notable. A todo ello hay que añadirle un despliegue escénico resultón, con un espectacular empleo de la iluminación que creaba diferentes ambientaciones para cada tema. Sin olvidarnos, por supuesto, de un repertorio que personalmente me dejó más que satisfecho, ya que tocaron prácticamente todos mis temas preferidos de los finlandeses: "Full Moon", "San Sebastian", "Victoria's Secret", "Paid in Full"...
Vamos que me la envaino, me trago todos los sapos y culebras que durante años he estado lanzando sobre los directos de Sonata Arctica y juro solemnemente dejar de referirme a ellos como "Patata Artica".
En cuanto a Epica, sin ser una banda que me apasione, hay que reconocer que en directo suenan cohesionados y potentes, aunque eso sí, me sobren algunos momentos "Cradle of Filth"
Y para ilustrar esta jornada, ahí va una foto con Samu, gracias al cual no me perdí este evento prácticamente histórico, y una compañera, invocando a los dioses del metal:
lunes, 19 de noviembre de 2007
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1 comentario:
run away...run away!!!!
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