Arturo Pérez Reverte, el Heavy Metal, la cultura y OT

Vía meneame, me topo con un artículo de Arturo Pérez Reverte sobre el heavy metal, que aunque empieza repitiendo algunos tópicos de toda la vida (Salvo algunas excepciones, tales composiciones y letras me parecieron siempre ruido marginal y ganas de dar por saco, con toda esa parafernalia porculizante de Satán, churris, motos y puta sociedad), sorprende por la mirada positiva con que observa este género. Comienza reconociendo que los heavys siempre le han caído mejor que los triunfitos (relamidos, clónicos y saltarines, tan rubios, morenos, rizados y relucientes ellos, tan chochidesnatadas ellas, con sus megapijerías, sus exclusivas de tomate y papel cuché, y toda esa chorrez envasada en plástico y al vacío).

El artículo en sí habla de la sorpresa que Pérez Reverte se ha llevado al descubrir entre ese caos al que llamamos música metal, a grupos que han visto buen cine y leído buenos libros con pasión desaforada. Y comienza a hablar de "Alexander the Great" de Iron Maiden, de Virgin Steele, de Avalanch, de Mägo de Oz y de sus referencias e inspiraciones culturales.

El autor de El Capitán Alatriste concluye afirmando que la música metal es también un mundo rico y fascinante, camino inesperado por el que muchos jóvenes españoles se arriman hoy a la cultura que tanto imbécil oficial les niega. El grupo riojano Tierra santa es un ejemplo obvio: su balada sobre el poema 'La canción del Pirata' consiguió lo que treinta años de reformas presuntamente educativas no han conseguido en este país de ministros basura. Que, en sus conciertos, miles de jóvenes reciten a voz en grito a Espronceda, sin saltarse una coma.

Como dice el propio Pérez Reverte, "más vale tarde que nunca". Ahora lo que nos falta a nosotros es ir dejando atrás el discurso victimista de "nadie nos hace caso", el heavy está marginado. Está tan marginado como todas aquellas músicas ajenas al circuito de los 40 principales. Pero lamerse las heridas es muy cómodo, y me da que seguiremos protestando toda la eternidad. En fin, que me lío. Quien quiera leer el artículo completo, puede hacerlo aquí.