jueves, 13 de diciembre de 2007

El veneno del rock no respeta ni a la realeza

Ayer nos enterábamos de que Arturo Pérez Reverte había descubierto el heavy metal. Hoy nos enteramos de que el rock no sólo conquista la literatura, sino que también se extiende a la nobleza.

Leo en El País que el heredero del trono danés, el príncipe Federico, interpretó el pasado fin de semana un tema ni más ni menos que con Led Zeppelin. Fue con ocasión de un concierto benéfico para la ONG Save The Children, cuando los legendarios británicos invitaron al príncipe a subir al escenario para acompañarles en un tema. El heredero, saltó a las tablas y unió su armónica a la guitarra de Jimmy Page y a la voz de Robert Plant.

Según informa El País, el príncipe ya había confesado su devoción por Led Zeppelin, quienes incluso asistieron a su boda como invitados. Y hace unos años, Federico de Dinamarca ya declaraba a la revista musical Gaffa:
Dentro de mí existe un pequeño rockero al que le gustaría estar en el escenario y tocar la guitarra y experimentar la sensación de estar allá arriba. Hay tanta buena energía después de los conciertos. No me resulta difícil pasar del ambiente que se respira en la Casa Real al que hay detrás de la escena. Siempre he tenido conocidos allí... Y es que, de verdad, siempre he disfrutado de las fiestas en las que no se exige ser formal, del entorno del rock
Encima, después leo en su artículo de la Wikipedia que

Durante algún tiempo, fue considerado en Dinamarca como una especie de "súper-estrella de rock" ya que era el soltero más conocido y codiciado de esa nación, e incluso fue bautizado (No se sabe a ciencia cierta si oficialmente) como el "Príncipe Turbo" por la agitada vida social y nocturna que llevaba. Posee varios tatuajes en su cuerpo, aunque nunca han sido mostrados oficialmente ni se ha hecho mucho eco sobre el tema, sólo se han podido apreciar a través de fotografías exclusivas que han aparecido en revistas del corazón europeo.
Antes de enterarme de todo esto, el único noble que me caía bien era Ernesto de Hannover por su fama de borrachín. Ahora, tengo que añadir al rockero Príncipe Turbo. Encima le apodan como a un disco de Judas Priest, ya es casualidad.

Por cierto, ¿qué tal le habrá sentado a Lars Ulrich que su futuro Rey toque con Led Zeppelin y no con Metallica? ¿Incluirán alguna armónica los cuatro hombres de negro en su próximo disco para poder contar con una colaboración real?




Súbditos, let me see your fuckin hands!

2 comentarios:

Cristina dijo...

hard rock forever!!!

saludos metálicos!

Paco Segado dijo...

Saludos metálicos y muchas gracias por el comentario! :)